Este encargo me emocionó mientras lo hacía... y me emocionó mucho más cuando la destinataria del regalo (porque fue una sorpresa de cumpleaños) me llamó para decirme cuánto le había gustado.
Se trata de una pareja de abuelos, que ya no están en este mundo, pero que desde el cielo continúan a iluminar las vidas de sus familiares con su ejemplo de amor y alegría de vivir.
Fueron hechos en base a fotos antiguas y descripciones de mi cliente, y una de las características marcantes de estos personajes era su manera peculiar de sentarse: la señora en la punta del asiento, con las piernas cruzadas en diagonal muy estilo "lady", y el señor bien apoyado en el respaldo, muy cómodo, con las rodillas separadas y los pies juntos.Ese pequeño pormenor, que sólo los que convivieron con ellos conocían, contribuyó muchísimo para el realismo de este retrato.
El sofá donde van sentados es mi primer (y muy modesto) intento de tapizado casero, me animé a hacerlo (aunque no es lo que me sale mejor, obviamente) porque tenía aquí en casa una tela muy parecida a la de un sofá donde ellos estaban sentados en una de las fotos que mi cliente me envió.
El caballero va vestido en el estilo de una de las fotos enviadas: pantalón claro y chaqueta oscura, camisa blanca, y una corbata de estampado alegre y llamativo, como a él le gustaban.
Para acompañar la figura, hice el sombrero que él acostumbraba usar en la calle.
La señora lleva un elegante trajecito de falda y chaqueta en un suave estampado celeste, y zapatos con pulsera.
Una larga cadena de oro con un pequeño relicario ovalado en la punta, era también una joya que nunca se quitaba, la llevaba dentro de la ropa, o fuera como un collar, pero la usaba siempre.
Otros accesorios son el anillo y los pendientes en dorado, y la pequeña cartera de mano, en piel negra.
Otro detallecito que contribuyó a dar realismo a la figura fue el matizado de los cabellos, que hice mezclando finas mechas de gris entre el cabello oscuro de base.
Estos encantadores abuelos ya están en su nuevo hogar desde hace unos días, pero hoy fueron entregados a su dueña, y me hace muy feliz saber que fueron tan apreciados!