lunes, 24 de febrero de 2014

Nacimiento

Este encargo me ha dado una paz y felicidad enormes. Todo el proceso, desde el modelado, hasta la elección de las telas y confección de las ropas, ha sido un placer :-)
 Se trata de un nacimiento a escala 1/12, con la Virgen María sentada amamantando al Niño, y San José de pie a su lado.
Ese fue el pedido de mi cliente, y nada, absolutamente nada más. Me dio libertad absoluta para recrear esta escena preciosa de la Sagrada Familia.
He intentado que las expresiones de los rostros reflejen la intimidad y paz de ese momento. Y por supuesto, las telas elegidas fueron antiguos algodones y sedas pesadas, colores suaves pero con ese toque de intensidad que sólo las telas antiguas, con historia, tienen. 
 Los mantos son de seda, y fueron tratados con laca, trabajados minuciosamente para que los pliegues tuvieran esa caída que parece natural.
 Las saldalias de José son de piel natural, con suela en fimo para asegurar a la pieza una buena estabilidad, Las zapatillas de María son de un antiguo trocito de puntilla de algodón hecha a mano.
Ella lleva una camisa interior de broderie blanco, una falda de seda de un color rosa salmón, desgastado por el tiempo, y un manto de algodón rosa claro muy finito. 
 Sobre el cabello lleva un trocito de puntilla, y un manto de una seda tan antigua que sus bordes se deshacían! en un precioso color mostaza. La seda tenía un lado más brillante, que dejé para el interior, usando el lado opaco hacia afuera.
El Niño Jesús está envuelto en puntillas color crema, y por fuera una manta de seda celeste.
San José lleva dos túnicas sobrepuestas, en tonos de beige y castaño, y una manta cruzada en castaño oscuro, sujeta a la cintura por una cuerda trenzada en beige y azul.  
 El manto exterior es de seda, tiene un bello color azul petroleo, muy especial, que contrasta maravillosamente con los castaños de la ropa. El manto está sujeto por una cuerda trenzada color crema con azul.
El bastón de peregrino ha sido un ejercicio de paciencia!!! Es un palito de brochette, cuya punta mantuve sumergida en agua caliente, y la fui curvando de a poquito, sujetándola con pinzas, en un proceso lento que llevó varios días. Finalmente le di una mano ligera y despareja de tinta color café.
La barba de San José está modelada en fimo, y pintada del mismo color que el cabello y las cejas.
Intenté darlo una expresión de alegría emocionada, y me agrada como ha quedado. 
Hoy ya estarán viajando hacia su nuevo hogar, donde su dueña, una señora coleccionista de belenes, los está esperando. Espero que lleven consigo la misma paz y alegría que me dejaron a mi mientras los creaba.

8 comentarios:

  1. son preciosos tiene una expresión muy personal como siempre tienen ese toque tuyo con el que consigues que solo mirarlos se sepa el autor, precioso
    un abrazo

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  2. Enhorabuena, Alicia, me gustan mucho las caras de María y José, y también los colores de su ropa y la caída. Un conjunto muy logrado y muy artístico. Un abrazo, Karina

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  4. Una obra de arte,
    San Jose tiene una cara muy dulce y expresiva, me encanta!
    Besotes.

    Marisa
    http://malugaysuminimundo.blogspot.com.es

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