Cerrado por reformas

El "atelier" donde yo trabajo era una antigua terraza pequeña en el piso alto de esta casita algarvía que compramos hace cosa de 2 años. Los dueños anteriores la cerraron con techo y paredes rústicas, y la convirtieron en depósito de cosas viejas. Cuando yo la vi, tan pobrecita y sucia, con una puerta de vidrio que daba a un balcón desde donde se veía a lo lejos el Cerro San Miguel, rodeado de neblina, y con una ventana al Sudeste por donde entraba a raudales el incomparable sol de Portugal, pensé inmediatamente que era un lugar ideal para poner una mesita con mi ordenador y mi azulejo de modelar fimos. Ayudó mucho el hecho de que nadie en la familia (ni las hijas ni el marido) se interesaran por el destino de ese rinconcito deformado, obviamente!
De modo que aqui planté mi bandera, con ayuda de mi marido le dimos una mano de pintura blanca, una buena limpiada al piso, arrimé una mesita a la pared, puse mis cajas y herramientas, una manta para mi perro (en ese entonces tenía sólo al Dylan), y como la ex-terraza no tenia electricidad, traje un cable desde el cuarto de al lado y allí iba enchufando alternadamente mis aparatos todos.
No era lo ideal, pero el camino se hace andando y yo empecé asi, de manera un poco precaria, y así esto fue creciendo, y creciendo... hasta que ya parecia que iba a rebentar en cualquier momento, jijiji
Por lo tanto estoy de reformas, y el primer paso es instalar luz eléctrica como Dios manda:
Van a ser apenas unos dias, y estoy segurísima de que vale la pena. Mi rinconcito va a seguir siendo sencillo y medio precario, el nombre de "atelier" le va a seguir quedando un poquito grande, pero lo que interesa es que voy a tener más comodidad y orden para trabajar, por eso estoy muy contenta, a pesar de la impaciencia de estar medio parada...

Bueno, medio parada es un decir, porque aunque sea en un rinconcito, con un carrete de hilo y una aguja, se puede despuntar el vicio ;-)