Ooops...!

Resulta que yo tenía esta escena, que me causaba mucha gracia:La madre enojadísima a rezongar, y el niñito, que ha partido la maceta jugando a la pelota en el patio, todo compungido pensando "ay, la que se viene ahora..." :-)

El niñito se vendió en la Feria de Dinamarca, lo compraron unas chicas italianas, y me quedó la madre con esa cara de mala y la mano en la cadera, lista para reprender a alguien... Para no hacer otra vez un niñito travieso, e inspirada en mi perrita Luna, que es un demonio pero cuando la retamos pone cara de angelito inocente, hice un perrito que mientras la dueña estaba en la huerta recogiendo verduras, él... bueno, vean ustedes mismos lo que el desgraciado hizo!

Asi, la escena quedó presentada de la siguiente manera:

Y para la eventualidad de que el perrito se venda y la dueña quede (porque, vamos... quién va a querer comprar una muñeca con esa cara de arpía, francamente!) hice otro perrito, más oscurito:

Y como los perritos no son los únicos que hacen lio en una casa, hice también un gatito... y los que han tenido alguna vez gatos, como yo, entenderán perfectamente por que este último sabandija no tiene, ni tendrá nunca en ninguna de sus siete vidas, cara de arrepentido!