Esta es otra de las muñecas nuevas que voy a llevar a París. Me enamoró esa tela de flores verdes y enseguida la "vi" en una muñeca así, bien vestida pero sin exageros victorianos, una de esas viejas señoritas de pueblo, de familia acomodada, tal vez un poquito venidos a menos, todavia coqueta en su sencillez, de vida tranquila y feliz a su manera.
Como está de entrecasa, tiene calzadas unas chinelitas de encaje, y un chal fino sobre los hombros. El bordado es una preciosidad que consiguió Joana, un antiguo pañuelito de algodón, bordado a mano.
adorei o ar selecto que tem!
ResponderEliminarMuito bonita. A gorducha também tem um ar bonacheirão!
Bjins
Marina
Muito obrigada Marina! :-)
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