Esta es la parte del trabajo que más me complicaba la vida cuando empecé a hacer muñecos, y ahora es la parte que más disfruto! Como los ojitos ya estaban pintados, lo mejor para sombrear y dar un rubor natural a la cara, manos y pies de la muñeca, es el pastel seco.
Como se ve en la siguiente foto, yo raspo un poco de pastel sobre un pedacito de cartulina, y con un pincel bien duro vou frotando el polvo sobre la pieza, lo que hace que el color se fije más profundamente en las hendiduras y menos en la superficie, quedando un efecto muy natural de sombreado.
Con un hisopo y el mismo pincel le doy color a las mejillas, nariz, frente y orejas.
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