La clase de ballet

La escuela de ballet de la Señorita Gertrudis es una de las mejores de la ciudad, y todas las madres se desviven por mandar a sus niñas a aprender con ella.

La Señorita Gertrudis fue una gran bailarina en sus tiempos! Claro que eso debe haber sido... bueno, hace unas cuantas décadas atrás...

Enfundada en su maillot color azul celeste, y ayudada por un bastón, a pesar de su edad, todavía tiene bastante energía para mantener a raya a sus pequeñas alumnas

Lleva el cabello inmaculadamente blanco, prendido en un moño bajo sobre la nuca, su figura encorvada y de apariencia frágil deja ver el paso de los años... pero ella no se ha dado por enterada! Es muy estricta en sus clases, y exigente con sus alumnas, por eso en este momento está hechando humo...

... y aquí está la culpable de su enojo:

La pobrecita no ha nacido para el ballet clásico, pero que se puede hacer, caramba, si la mamá insiste en mandar a la niña a las clases!

Por eso ella continúa intentando, ante la mirada furibunda de la Señorita Gertrudis, aunque debe tener ganas de salir corriendo de allí y pasar la tarde en el sofá mirando la tele

Claro que en todas las escuelas hay siempre una alumna brillante que todo lo hace bien

Que tiene la postura correcta, el traje le queda como pintado, y desborda elegancia por todos lados

Y por supuesto, su cara lo dice todo:

Ni se imaginan lo que yo me he reído mientras hacía estos personajes!!! Debo confesar que la idea no ha sido mía, sino de la clienta que me los encargó hace un tiempito ;-)

Son muñecas fijas, la alumna brillante tiene apenas un poco de mobilidad en el brazo izquierdo para adaptarse a la altura de la barra donde se va a sostener. La profesora puede inclinarse un poquito más hacia adelante, y puede mover la mano que sostiene el bastón, sólo para corregir la posición si fuera necesario.

Queria mostrarles con más detalle las zapatillas de baile, que en el caso de las niñas están hechas con la misma seda con que hice los maillots, y con cintitas de seda para los atillos. Las suelas son de piel muy finita, que saqué de unos viejos guantes de señora:

Las zapatillas de la Señorita Gertrudis son de piel negra, y tiene por encima unas polainas sin pies, de esas que las bailarinas acostumbran usar en sus ensayos. Las polainas están hechas con pedacitos de medias de nylon negras, que corté y pegué con Tacky Glue formando dos tubos finitos que después le puse como si fueran realmente dos polainas de lana:

Estas tres divertidas muñecas ya están viajando hacia su nuevo hogar. La dueña ya me ha avisado que tendré que esperar un poquito para verlas en su salón de danzas, porque... serán una sorpresa para alguien!!! Sssshhhhhh.... No digan nada...! :-P