Escenas de la vida familiar

- Queridaaa...! Ya llegué...!
- Hola, mi amor! Te estaba tejiendo el jersey que te prometí

- (llegó el patrón, es hora de poner la mesa)

- (uy, llegó el patrón y todavía no terminé la masa para el pastel...!)

Estos simpáticos muñecos fueron un encargo que me encantó hacer, sobre todo la joven pareja, a pesar de que tuve que sobreponerme a un sentimiento de culpa atroz: cuando estaba de novia con el que hoy es mi marido (hace unos 22 o 23 años) le empecé a tejer un pulover... y nunca se lo terminé! :-(

Bien, remordimientos aparte, les muestro un poco los detalles de los muñecos.

El joven esposo es un muñeco semi-fijo, vestido con traje gris, camisa blanca y corbata en tonos de azul y rojo.

En una mano tiene las llaves de la casa (recortadas de una lámina de estaño) y en la otra mano lleva un portafolios de piel, del cual saqué fotos mientras lo estaba fabricando, para ponerles a continuación un sencillo tutorial para hacerlo, es muy facil ;-)

Después de armados los pantalones los planché para que les quede la línea bien marcada, por supuesto, es un tipo elegante ;-)

La joven esposa tiene un poco de movilidad en los brazos, aunque está preparada para sostener la labor de punto. Lleva una blusa simple en algodón estampado en tonos suaves de beige, una falda verde seco, y botas castañas, modeladas en fimo.

El cabello es de viscosa, le di un poco de forma humedeciéndole apenas las puntas y moldeándolas hacia adentro con ayuda de una pinza. No es necesario aplicarle calor ni nada de eso! La viscosa húmeda toma forma inmediatamente, y después de seca se mantiene así. El corte en escalera ayuda también a mantener las puntas hacia adentro.

Sobre la espalda el cabello cae liso. La blusa y la falda están bien terminadas para que quede prolijito, aunque esto no se va a ver, claro, porque ella va a estar sentada.

La labor de punto fue complicadita de hacer... Primero intenté con unas agujas de tejer de las más finas, pero el punto quedaba demasiado grande cuando lo pasaba a un alfiler, así que terminé por tejer con dos agujas de bordado, de punta roma, y la última hilera la tejí directamente con uno de los alfileres que usé como "aguja de tejer"

La criada de comedor es muy delgada, estirada, y con cara de darse mucha importancia, jejeje.

Tiene una bata azul marino con cuellito y puños blancos, delantal blanco con puntillas alrededor, y una pequeña toca de puntillas en lo alto de la cabeza, sujeta al moño. Los brazos tienen cierta movilidad, y las manos están preparadas para llevar una bandeja.

Lleva los dos tirantes del delantal cruzados a la espalda, y los zapatos son sin taco, bien cómodos para trabajar.

La cocinera es más gordita, más morenita y más simpática, y está... con las manos en la masa! jajaja Hice una masa aparte, en fimo, y usé los dedos de ella como molde para que se pueda "ensamblar" o quitar si a su nueva dueña se le antoja ponerle, por ejemplo, un palote de amasar bajo las manos.

Tiene una bata a rayitas, con cuello blanco y las mangas arremangadas para trabajar, un sencillo delantal blanco de tirantes cruzados a la espalda, y zapatos sin taco.

El cabello es corto y rizado, y vista desde atrás, no podemos menos que reconocer que la señora tiene con qué sentarse, no les parece? :-P